(...) me quedo hasta que intentes con un puñal y rosas convencerme,
de que esté a tu lado, de que el aliento mio es necesario,
de que mis besos y gritos son bálsamo y veneno,
de que mi locura cambiante sea el motor de tu vida
de que te place al menos el poder verme.
La Mujer Alada
de que esté a tu lado, de que el aliento mio es necesario,
de que mis besos y gritos son bálsamo y veneno,
de que mi locura cambiante sea el motor de tu vida
de que te place al menos el poder verme.
La Mujer Alada
VIII
Quédate.
Cortemos las rosas,
dulce puñal.
Quédate a mi lado.
Recogeremos las rosas,
y quitarás de mis dedos
las espinas.
Quédate...
tu voz retumba aún en mis manos,
tu locura me salva.
Y tu reflejo será,
la única luz de mis ojos
1 comentario:
Mi respuesta en El vuelo de la mujer alada :)
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