No soy la misma todos los días, eso bien lo sabes,
por mis venas corre lava ardiente, que es lo único que permanece,
lo demás siempre es mutable, todo cambia absurdamente,
me agoto y me esmero por no perder fuerzas,
pero no soy piedra, ni marmol ni sal,
a veces mi hoguera, mi pira incendiaria,
se acuesta en la playa para descansar.
La Mujer Alada
por mis venas corre lava ardiente, que es lo único que permanece,
lo demás siempre es mutable, todo cambia absurdamente,
me agoto y me esmero por no perder fuerzas,
pero no soy piedra, ni marmol ni sal,
a veces mi hoguera, mi pira incendiaria,
se acuesta en la playa para descansar.
La Mujer Alada
IX
Sé mi fuego.
Alumbra las noches nuevas,
calienta mis huesos
abandonados en la arena.
En tu incendio,
abraza el barro encendido,
tiempla la arena…
“lo que el fuego no quema,
lo endura.” (1)
(1) Oscar Wilde
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