lunes, junio 11, 2012

Bálsamos y Dolores

Compañera 
usted sabe 
puede contar 
conmigo 
no hasta dos 
o hasta diez 
sino contar 
conmigo 

Mario Benedetti









Quedando sin palabras el viento, habitual amigo de las Mujeres Aladas, a veces es enemigo caprichoso y te ha quebrado un ala. Y de dar mil vueltas estás ahora tendida, esperando por la cura a tu dolor.

Yo, pensando que juntos hemos caído algunas veces, quisiera tener el bálsamo para tus heridas. Pero no lo tengo, y el dolor tuyo se vuelve mío en la impotencia. Sé que suena exagerado, fantasioso o demasiado romántico, pero primero es verdad, y segundo.. soy un poco así.

Todas las palabras son amplificadas por tu dolor. Las malas y perdidas que a veces divagan desde mis labios, sin saber bien a donde van. Ellas son torpes, desastrosas y dañinas.

Pero ahora solo quiero cuidarte, buscar contigo el remedio de tu ala rota, calmarte en el dolor, distraerte, hacerte reír cinco minutos, aunque tu sonrisa sea luego fulminada por la pena. He venido a pedirte que abras tu Taller de Almas solo cuando tengas fuerza para curar a otros. No sabes lo inmensamente afortunada que eres al poder curar el dolor, es un don que quisiera ahora yo, solo para ti.

He venido a pedirte que cierres las puerta y no pienses más que en ti. Y a pedirte que me dejes la ventana abierta para poder cuidarte, aunque a veces solo pueda mirarte y compartir el dolor. No sé si es útil, si puedo ayudar, o puede ser hasta un estorbo, pero he venido a decir, con nuestro eterno don Mario, que puedes contar conmigo....