lunes, mayo 25, 2009

Siempre

Estimado Mario:

Siempre quise escribir esta carta. Es una carta postergada, atrasada. Y hoy, es un suspiro atravesado en el pecho, una carta a la ausencia. A tu ausencia.

“La poesia no es de quien la escribe, si no de quien la necesita” dijo alguna vez uno de tus colegas. Nosotros (vos y yo) nos tomamos tus palabras, y a partir de ellas hemos construido “un puente indestructible”. Desde el primer día estuviste con nosotros, diciendo por nosotros lo que sentíamos, como un calorcito en el pecho.

Y por aquí siempre has estado, en el corazón. Ese corazón ya sin corazas, que siempre despierta con El Amor cálido a su lado. Por calentar nuestra hoguera, por seguirnos y encontrarnos las palabras precisas, por eso GRACIAS.

Serás siempre el poeta. No el intelectual lejano, no el escritor snob, sino el sabio que recogió nuestros día a día, y los volvió universal. Gracias Mario, y nunca adios, siempre estás con nosotros.