Ahí, en las tempestades, está el alivio
de volver a casa y encontrarte
de escuchar tu risa que apaga el mar
Ahí, en la oscuridad
están tus manos
y tus pies fríos pre verano
y tu cuerpo, ola de mar
Ahí, detrás de la tormenta
tus brazos
y tu nombre tibio
que espera
Cada día te agradezco
por los días
las noches
los abrazos
y tu latido, que me da ritmo
y me indica
el camino
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