martes, noviembre 10, 2009

Manto

Una noche
apareces en mi cama:
como un puñado de rosas rojas,
respirando pausado
mi nueva vida.

Abrázame,
dice entre las lineas de mis manos,
entre la luz opaca
de madrugada.

Y mi cuerpo
se alinea con el tuyo
como un manto.

Trato de atar al reloj.
Tranquilo
y rogando,
que no amanezca
jamás...