Nunca quise
amarrarme al mástil
para oír tu canto.
Dejé que tus palabras
tus canciones
y tus manos de niña
me lleven hasta el fondo
de dulces mares
Escucho hoy la música
de tu alma
el eco de tu respiración
y me veo a mi mismo
regresando a ti
regresando a nosotros
y saltar del barco
en busca del fondo infinito
de nuestros sueños…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario