lunes, mayo 05, 2008

Ulises

Años de viajes
solitarios.
Mis marineros
se escondieron
tras el ojo de algún cíclope ingenuo.

Mi barco,
atravesando un mar
sin viento,
yo contando los cantos
de ballenas nómadas.

Anclado a tierra
con las velas desplegadas,
conforme,
olvidando remar.
En Itaca
Penélope espera
con sus besos,
manta caliente

su aroma guía
la brújula perdida;
su cuerpo, viento
de mi barco
con nuevas velas.

Solo quiero volver,
cambiar el mar en calma,
por la tormenta
de su cuerpo,
y encontrar en sus ojos,
mi hogar.

1 comentario:

La mujer alada dijo...

Y te espera, como te ha esperado siempre, sin saberlo siquiera, y finalmente al verte TE RECONOCE cambiando el final de un cuento, como no reconocer la voz que ahora SI TE PERTENECE :)