martes, noviembre 21, 2006

Nacemos muertos

Desando caminos
que no conozco

desayuno en la tarde
amanezco a media noche
cuento solo ovejas negras. Sueño.

Quito no para de llover.
Tejo con hilos de araña
escuchando a Sabina y un tequila
invoco tu nombre
trato de recordar tu rostro
en la huella de aliento del vidrio.

El señalador en tu página blanca
de un libro que no escribo más
huellas en los charcos
y tus ojos
en las paredes húmedas.

Es el invierno. Es el Frío.
Es que no vuelves.
Es que nacimos muertos
amor mío.

2 comentarios:

Joy dijo...

Esto del frío y la lluvia como que ha traído un poquito de tristeza para algunos...

Saluditos.

JG Chancay dijo...

La lluvia inspira melodías... que nacen con poemas. La cadencia, el ritmo y el frío parecen estar diseñados para evocarnos recuerdos musicales y dolorosos... amores que nacen muertos, solo en una ciudad como la nuestra... que hoy la siento mía.

Desde la orilla de mis cuentos