viernes, noviembre 14, 2008

Sirena

Nunca quise
amarrarme al mástil
para oír tu canto.

Dejé que tus palabras
tus canciones
y tus manos de niña
me lleven hasta el fondo
de dulces mares

Escucho hoy la música
de tu alma
el eco de tu respiración
y me veo a mi mismo
regresando a ti
regresando a nosotros
y saltar del barco
en busca del fondo infinito
de nuestros sueños…

Nuestro Barco

Para Stephi

Con la mesa llena de mapas. Antiguos, nuevos, trastornados. La bitácora, pendiente. Navegando en un barco prestado, la brújula rota.

El temporal asota. Frío, niebla, viento despiadado… la tormenta golpea mi quilla. Tomo con fuerza el timón, y me dejo guiar solo por el canto de ballenas distantes, errantes.

Y tu Mi Sirena, junto a mi barco, navegando conmigo, soportando en silencio las olas y el mar; cantando a mi lado tus canciones más tristes; yo, mildividido, sordo y distraído, no te miro, no te escucho, pero te siento a mi lado.

Ahora, con las velas rotas y el mástil desecho, miro un nuevo puerto, un nuevo barco, limpio, puro, NUESTRO. Arroja por la ventana mi vieja brújula, raya los mapas con tus lápices de colores… ¿Subimos? ¿Partimos? El timón es NUESTRO.