Así fueron los dos, uno a otro se hicieron y todo cuanto a ellos les rodea. Terminaron, exhaustos, y descansaron este día, de todo lo hecho. Descansaron en su piel tibia, en los ojos, fatigados de mirar, en los olores y sabores. Bendito este día en el que reposaron, sin serpiente ni manzana, sin pecado ni culpa.
Mañana todo comenzará, se reinventarán, todo nuevo, todo de nuevo. Todo.
Mañana todo comenzará, se reinventarán, todo nuevo, todo de nuevo. Todo.